La Ruta Vía de la Plata es un itinerario turístico y cultural basado en una vía de comunicación que los romanos dotaron de infraestructura mediante la construcción de diversas vías romanas. Una de las rutas más antiguas de la Península Ibérica que conecta el oeste de España: Sevilla (Andalucía) con Gijón (Asturias).

Es una ruta perfecta para los viajes por carretera (moto, coche, autocaravana). Por su trazo e infraestructuras, constituye también un itinerario perfecto para ser recorrido en bicicleta. Ofrece la oportunidad de descubrir ejemplos de las muchas culturas que han dejado su huella en la Península Ibérica mientras se disfrutan de paisajes impresionantes. Y para los amantes del senderismo, las posibilidades son prácticamente infinitas.

La Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta de la Plata es una asociación voluntaria constituida por ciudades ubicadas en la denominada Ruta Vía de la Plata y en su área de influencia, para la actuación conjunta en la defensa y promoción de los recursos turísticos, históricos, culturales y económicos de las localidades que la integran. Su objetivo principal es revalorizar los múltiples atractivos que este itinerario representa por su variedad y amplitud, descubriendo al viajero (tanto nacional como internacional) un destino de calidad. Actualmente, la Red está compuesta por 38 socios (de norte a sur): Gijón, Llanera, Ribera de Arriba, Morcín, Riosa, Mieres, Aller, Lena, La Pola de Gordón, León, La Bañeza, Benavente, Zamora, Guijuelo, Béjar, Candelario, Puerto de Bejar, Diputación de Cáceres, Baños de Montemayor, Hervás, Aldeanueva del Camino Plasencia, Garrovillas de Alconétar, Casar de Cáceres, Cáceres, Aldea del Cano, Aljucén, Mérida, Villafranca de los Barros, Los Santos de Maimona, Zafra, Medina de las Torres, Calzadilla de los Barros, Fuente de Cantos, Montemolín, Carmona, Santiponce y Sevilla..

Su denominación “de la Plata” es un calificativo tardío, de época medieval y proviene de una palabra árabe BaLaTa (losa, ladrillo, es decir, enlosado, camino empedrado)—una referencia a la característica del camino) y no a la circulación de minerales, ni tampoco al ancho de la calzada.

 La Ruta Vía de la Plata es un viaje sin fin. No en vano, este itinerario discurre por 4 regiones y 7 provincias en un eje norte-sur de algo más de 800 kilómetros y más de 100.000 kilómetros cuadrados, y que cuenta con fuertes vínculos con el vecino Portugal. Donde el viajero puede deleitarse contemplando numerosos ejemplos de todas las culturas que han dejado su vestigio en la Península Ibérica: desde el mundo romano hasta el barroco sevillano pasando por el legado árabe, el prerrománico asturiano, el románico, que alcanza su máximo exponente en Zamora, desde el gótico hasta el arte contemporáneo.

Y es que, en la Ruta Vía de la Plata se puede disfrutar de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, de espacios y paisajes naturales significativos, y también de importantísimos ámbitos culturales y etnográficos.